jueves, 22 de marzo de 2012

Haciendo Agua



HACIENDO AGUA
Una historia de Marosa la foca curiosa
por Waldemar Fontes

Marosa iba subiendo por la colina que separa la base del lago Uruguay y sintió que uno de la dotación decía: “Hoy vamos a hacer agua”
-¡Milagro! -pensó la foca-  con la escasez de agua que hay en el mundo y ¡estos hombres saben cómo hacerla!
Justo pasaba por allí un Gaviotín y le pidió que le avisara al Pingüino Borravino, así aprendían cual era el secreto de “hacer agua”.
Uno de los hombres caminó hasta una caseta y cerró la puerta. Escucharon que hablaba por radio y otro le contestó: -Estamos listos para recibir, manda agua.
-Allí adentro debe ser como un templo donde fabrican el agua, dijo Marosa. –Por eso se encierran allí para que nadie vea cómo la hacen…
El pingüino la miró y le dijo: -Pero si el agua ya está hecha. No ves que hay un lago y simplemente la extraen de ahí.
Marosa quedó desilusionada.  -¿Entonces ellos tampoco saben cómo hacerla?
-No.  Nadie sabe cómo hacerla.  La naturaleza la produce y la pone en lugares como este lago y si no la cuidamos, se ensucia y no sirve para beberla.
-¿Por qué dicen entonces, que van a “hacer agua”? preguntó Marosa.
-Lo que pasa es que en invierno, no es tan fácil como ahora.  En invierno todo se congela y para obtener agua líquida, como la beben las personas, tienen que hacer cosas muy complicadas.
-Pero el agua, aunque esté congelada, sigue siendo agua. Dijo la foca.
-Claro, el agua puede estar líquida como ahora en este lago, sólida cuando se hace hielo o en vapor como en esas nubes que ves.
-¡Qué complicado!.  Y cuando está hecha nubes, ¿cómo queda allá arriba y no se cae? Preguntó la foca curiosa midiendo si Borravino sabía.
-El vapor es más liviano que el aire y por eso flota allí arriba, en forma de nubes.  Cuando se hace líquido cae en forma de gotas, como lluvia o sino en forma de nieve, rocío y otras maneras, que todas se llaman “precipitaciones”. 
-¿Cómo sabes tanto?
-Es que estuve conversando con la meteoróloga que se fue en el último vuelo y me explicó.
-Mira que bien, -dijo la foca- Entonces seguramente también sabes cómo “hacen agua” en invierno, cuando todo se congela.
-Claro, la sacan de abajo del hielo.  Aunque se congele la parte de arriba, abajo queda el agua líquida.
-Así es –dijo la foca- y es muy difícil llevarla hasta las casas, porque si hay temperaturas muy bajas se les congela en las cañerías y luego pasan un trabajo terrible para arreglarlas.
-Con razón le dan tanta importancia, dijo Borravino.
-¿Sabías que hoy es el Día Mundial del Agua?
-Contame, dale.
-En este día las personas tratan de recordar a los que se olvidaron, que el agua dulce que ellos necesitan para beber y regar las plantas, es escasa y deben cuidarla.  También tratan de tomar conciencia que el agua recorre muchos lugares y no sabe de fronteras, así que la tienen que cuidar entre todos sin contaminarla ni ensuciarla.
-Acá en la Antártida el agua es muy limpia, dijo Borravino.
-Dicen que la Antártida es la reserva de agua dulce del mundo… y si se derrite, se perdería toda esa agua dulce, yéndose al mar y afectando el medioambiente marino, contestó la foca.
-¿Y por qué no beben agua salada?  Hay tantos mares llenos de agua salada…
-No pueden –dijo Marosa– Las focas,  los pingüinos y otros animales marinos sí, pero los seres humanos no  pueden hacerlo.
-Son muy complicados estos seres humanos –dijo Borravino- ¿por qué no picotean el hielo como hacemos los pingüinos?
-Será porque no tienen pico…
-Tienen si –dijo el pingüino- si ayer los oí decir que iban a partir hielo, con pico y pala…
 

Para saber más
Si los humanos beben sólo agua del mar, se deshidratan, al igual que ocurre con otros animales terrestres; sin embargo, los delfines, ballenas, gaviotas, focas, pingüinos y otros seres marinos pueden hacerlo.
Los peces marinos tienen unas células especializadas en eliminar el exceso de sales del agua, son las células de cloruro, mientras que aves y reptiles marinos para esta función tienen las glándulas de la sal. Estas estructuras les permiten beber agua salada y eliminar el exceso de cloro, sodio y potasio;
Los humanos sólo tenemos riñones para excretar sales al medio externo, por lo que al igual que otros mamíferos terrestres sólo podemos expulsar tanta cantidad de sales como se pueda excretar con la orina, por lo tanto, nuestro cuerpo no es capaz de asimilar el agua salada.
Las focas no beben agua salada.  Cuando se alimentan bajo el agua, los músculos en su garganta impiden que entre el agua de mar. Las focas obtienen normalmente el agua que necesitan de la comida que atrapan. Cuando está disponible, beben agua fresca ocasionalmente y se ve con frecuencia que las crías “comen” nieve. 

Homenaje de Marosa la foca curiosa, en el Día Mundial del Agua 2012
http://www.unwater.org